El Papa a los seminaristas: “Quien quiere ser sacerdote debe
ser, sobre todo un hombre de Dios”
"El estudio de la teología debe estar en unión estrecha
con la vida de oración"
Redacción, 26 de enero de 2012 a las 16:46
Audiencia del Papa a los seminaristas romanos
Juan XXIII: "El
mundo espera santos: Antes aún que sacerdotes cultos, elocuentes y
actualizados, se necesitan sacerdotes santos y santificadores"
Hacia el mediodía en la Sala Clementina del Vaticano tuvo
lugar el encuentro con los Superiores y Seminaristas del Pontificio Seminario
Regional Umbra Pío XI de Asís, del Pontificio Seminario Regional de San Pío X
de Catanzaro, y del Pontificio Seminario Campano Interregional, de Nápoles en
el marco del centenario de su fundación.
A ellos el Sucesor de Pedro dirigió un discurso en el que
evidenció el ministerio sacerdotal y la importancia de la formación en el
sacerdocio, deteniéndose a considerar cuán indispensable es la armoniosa
integración entre el ministerio con sus múltiples actividades y la vida
espiritual del presbítero.
Recordó, que para el sacerdote, destinado a acompañar a
otros a lo largo del camino de la vida y hasta la puerta de la muerte, es
importante mantener el justo equilibrio entre corazón e intelecto, razón y
sentimiento, cuerpo y alma para que sea humanamente íntegro. Subrayando que
estas son las razones que impulsan a prestar mucha atención a la dimensión
humana de la formación de los candidatos al sacerdocio.
En este sentido Benedicto XVI destacó a los Superiores y
Seminaristas de los tres Seminarios regionales italianos que el contexto
cultural de hoy exige de ellos una sólida preparación filosófico-teológica. Y
para la ocasión citó su carta a los seminaristas con motivo de la conclusión
del Año Sacerdotal, en el apartado que explica que no se trata únicamente de
aprender las cosas evidentemente útiles sino de conocer y comprender la
estructura interna de la fe en su totalidad, de manera que ésta se convierta en
respuesta a las cuestiones de los hombres que son diferentes desde el punto de
vista exterior, de generación en generación pero que -sin embargo- permanecen
siendo las mismas. Por este motivo el Papa les indicó que el estudio de la
teología debe estar en unión estrecha con la vida de oración.
Una vez más el Santo Padre recordó que "quien quiere
ser sacerdote debe ser, sobre todo un ‘hombre de Dios' Como lo escribe san
Pablo" (1 Tm 6,11), y por ello lo más importante en el camino hacia el
sacerdocio y durante toda la vida sacerdotal es la relación personal con Dios
en Jesucristo.
En otra parte de su discurso Benedicto XVI citó las palabras
pronunciadas por el beato Juan XXIII con motivo del quincuagésimo aniversario
de fundación del Seminario regional campano, cuando dirigiéndose a los
superiores y alumnos expresaba "A esto tiende su educación, en espera de
la misión que les será confiada para gloria de Dios y para la salvación de las
almas: formar la mente y santificar la voluntad. "El mundo espera santos:
Antes aún que sacerdotes cultos, elocuentes y actualizados, se necesitan
sacerdotes santos y santificadores".
Estas palabras resuenan todavía actuales -dijo- porque hoy
más que nunca en toda la Iglesia existe necesidad de obreros del Evangelio,
testigos creíbles y promotores de santidad con su propia vida: "Que cada
uno de ustedes pueda responder a esta llamada" auspició el Papa al
finalizar este encuentro.
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